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DUELO EN FAMILIA: ¿CÓMO AFRONTAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO?

DUELO EN FAMILIA: ¿CÓMO AFRONTAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO?

¿A quién le decimos abuelo o abuela? De acuerdo con la genética, podemos decir que un abuelo es la persona con la que compartimos un parentesco en línea directa en segundo grado de consanguinidad de forma ascendente. Es decir, son los padres o madres de nuestros padres o madres.

Sin embargo, esta definición se queda un poco corta cuando la llevamos de la teoría a la práctica y nos preguntamos nuevamente ¿a quién llamamos abuelo/abuela? Buscando una definición más humana -y justa- se trata de ese ser, mayor, capaz de crear un sinfín de memorias inolvidables, entre enseñanzas, lecciones de vida, momentos invaluables y mucho amor expresado en años de sabiduría.

Muchas personas aprendemos desde pequeñas a percibir a nuestras abuelas y abuelos como pilares importantes de la familia, frecuentemente las reuniones del clan familiar son en sus casas, y ellos parecen ser el hilo que nos mantiene unidos, por lo que su figura desempeña un papel muy importante en nuestro día a día.

Pero, ¿qué pasa en una familia cuando a los mayores les toca partir?, ¿cómo podemos afrontar esta etapa inevitable de la vida, que de forma inminente nos llegará a todos?

Lo primero que debemos saber es que como seres humanos está en nuestra naturaleza concebir lazos afectivos como algo muy importante. Cuando este vínculo se pierde a causa de la partida de un ser querido, en este caso, de un abuelo o abuela, se desencadena un estado afectivo que para todas las personas es distinto y que se conoce como “duelo”.

A su vez, el duelo es el período de transición que todo ser humano recorre cuando se despide de un ser querido. Toda persona en algún momento de su vida atraviesa esta situación y se manifiesta de forma diferentes en niños, adolescentes, jóvenes y adultos.

Adulto mayor y memoria familiar

Una abuela o abuelo pueden representar una base compuesta por experiencias, ilusiones, vivencias y recuerdos que se convierten en parte de la identidad y el patrimonio inmaterial del grupo familiar, y que van pasando de una generación a otra.

Cuando los mayores parten, junto con el proceso doloroso de la despedida, podemos hacer espacio a la necesidad de poner en valor su legado, ese tesoro intangible que se construye con el pasar de los años, todos los días, con las cosas más pequeñas: La visita de un domingo, reunirnos todos en la mesa para comer, celebrar los cumpleaños y las fiestas, aprender  de ellos un oficio, o un secreto para cuidar el jardín, un poema o refrán antiguo, o una receta para un postre; compartir.

Son estas las situaciones que se hacen costumbre con el paso del tiempo y que nos enseñan a valorar cada segundo disfrutado en familia, donde ha estado como eje primordial la abuela o el abuelo.

Si bien cada ser humano se forma de manera distinta, con gustos distintos, y aspiraciones diferentes, hay costumbres, valores y formas de ver el mundo que solemos compartir sobre todo con las personas más allegadas, que se adquieren de nuestros abuelos. Es allí donde radica lo importante y trascendental de su rol en la formación de la familia.

 

¿Y qué pasa cuando perdemos esa figura?

Como lo mencionamos anteriormente, cuando estamos frente a la partida de un familiar muy cercano pasamos por el proceso de duelo, en donde nos enfrentamos a la ausencia y pérdida de una de las relaciones afectivas más importantes que tenemos.

Quedamos con una sensación de vacío, las emociones se apoderan de nuestro ser y tenemos la percepción de que repentinamente perdemos el control sobre las cosas. Es un momento abrumador. No obstante, es necesario destacar que la muerte es inminente.

Abordar el tema del duelo con niños, niñas y adolescentes tiende a ser más complicado. Muchas veces —sobre todo los más pequeños— no entienden lo que está pasando y la situación se puede volver un poco confusa.

Por eso que recomendamos el libro “El jardín de mi abuelo”, una lectura que habla sobre el amor familiar y los recuerdos invaluables que se construyen entorno a nuestros seres queridos teniendo como eje principal la figura de los abuelos.

Es ideal para iniciar conversaciones y entender que el duelo es normal y que inevitablemente todos pasamos por ese momento.

¿Qué es lo que más te gustaba de tu abuelo?, ¿Cómo lo recuerdas?, ¿Qué cosas te enseñó?, ¿Compartías mucho tiempo con él/ella?, ¿Iban al parque juntos?, ¿Te contaba algún cuento en particular?, ¿Cómo era él/ella? Son algunas de las preguntas que se pueden hacer para comenzar a tratar el duelo en niños, niñas y adolescentes.

Y puede que no se trate únicamente de un abuelo. Puede ser cualquier adulto mayor que forme parte del núcleo familiar y con quien compartan un vínculo cercano muy especial.

Para abordar el tema del duelo es necesario entender que la percepción que un niño, niña o adolescente tenga sobre la muerte dependerá de su edad, personalidad y vivencia. Sin embargo, se recomienda evaluar estas opciones para poder tratar el tema:

  • Hablarles con la verdad.
  • Evitar usar eufemismos como “se ha ido al cielo”, “se fue lejos”.
  • Dejarlos expresar sus sentimientos: dolor, ira, tristeza.
  • Explicarles lo que pasó.
  • Pregúntale si necesita algo.
  • Ofrécele un espacio para hablar de la muerte (en el caso de los más grandes).
  • No los juzgues por su reacción.
  • Busca ayuda con un profesional cuando lo creas necesario.

Estas son algunas de las alternativas que podemos emplear al momento de abordar el duelo con niños, niñas y adolescentes, siempre destacando lo importante que fue ese ser querido en nuestras vidas y enseñando que con su muerte nos deja un legado que atesoraremos en nuestros corazones y que estará vivo por generaciones: recuerdos, momentos, experiencias y anécdotas.

 

REFERENCIAS:

  • https://kidshealth.org/es/parents/death.html
  • https://www.fundacioorienta.com/wp-content/uploads/2020/04/Guia-Duelo.-4.pdf
  • https://www.apa.org/topics/families/duelo

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