Lactancia, la importancia de crear redes

Puede ser difícil, puede ser un gran desafío, incluso a la mayoría de las mujeres sentimos dolor durante los primeros días y aunque esto es común, no es lo natural.
Hemos perdido la herencia de dar de mamar a nuestras crías y la reemplazamos por la maldición familiar “en esta familia no hay leche”
¿Cómo hemos llegado a ser la criatura que ha dominado este planeta si la mayoría de las mujeres sufre al dar de mamar?
No tiene sentido. Para dar de mamar, al igual que para criar, se requiere de una tribu, se requiere de otras mujeres que ya han vivido la experiencia,
No necesitamos tratar la lactancia como una patología, necesitamos volver a la esencia, volver a vernos y pasar la antorcha.
La lactancia es mucho más que alimentar. La mujer se transforma desde su centro. Su cuerpo, su mente, su alma se tornan a su bebé. No lograr alimentarle va contra su biología, contra su esencia.
Es muy raro encontrar a una madre que no desee dar de mamar, más cuando tiene a su bebé en brazos por primera vez. Es muy común ver madres dando formula desde la primera semana. También es demasiado común encontrarnos con mujeres madres que por X motivo no logra amamantar y se siente violentada por la información prolactancia. Muchas veces sin una critica de por medio, solo por decir que la leche materna es el mejor alimento para un bebé, nos sentimos vulneradas, nos tocan la fibra.
¿Será entonces que fue una decisión personal y no influenciada por el entorno?
Necesitamos redes fuertes, compañía de otras mujeres amorosas que amamantan, información confiable de profesionales de la salud, personal sanitario que realmente confíe en nosotras y esté preparado con las habilidades de acompañamiento desarrolladas y trabajadas desde el inicio de su formación universitaria, pero más que cualquier otra cosa necesitamos sororidad.
Esta semana mundial de la lactancia materna busquemos unión entre mujeres madres, demos o no la teta. Entender que quien no logró una lactancia materna no fue por elección si no que ha sido el sistema el que le ha fallado y que quienes promovemos la lactancia materna no estamos en contra de quienes dan el biberón, solo mostramos lo que es mejor para los bebés sin dejar de comprender que eso no siempre es lo mejor para la madre y que para criar a un hijo o hija a mujer no puede estar sufriendo y sintiendo dolor a diario.
Tratémonos con amor.
Paula Herrera
Directora de relaciones con el medio y proyectos
Fundación Comunidad de la leche